Era frágil y tenaz. En otro tiempo, de bonanza tal vez, o de
despreocupación, había conocido las redondeces de la abundancia. No importaba
nada. Ella lo seguiría adónde la llevase su arte. Un arte indiscreto y fisgón
que perpetuaba a los hombres en donde éstos se hallasen.
La eternidad captada en momentos fugaces.
Avizoraba él río sabrumadoramente bellos, o árboles
solitarios e innombrables, de tan hermosos.Sus entrometidos ojos miraban más allá de su mirada.
Y fue así como un día o una tarde, no me acuerdo, ella no pudo seguirlo más. El pie derecho de él no pisó suelo seguro y cayó desde lo alto, fue una caída inexorable y fatal.
Y ella, su sombra, definitivamente lo abandonó
3 comentarios:
hermoso texto Merce, felicitaciones.
¡te felicito, merce! la trama lleva sigilosamente a un final inesperado y humorístico.
!!Que bueno!!, felicitaciones Merce...tito
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