viernes, 6 de noviembre de 2009

SIN TÍTULO por JUAN ALBERTO LUCERO


Me detuve en el tiempo y el espacio, sin pestañar, de pronto, solté lágrimas oxidadas, quejosas, que recogían mi pasar, absorbidas por algodones de pestañas llenas de humedad. Sin pausa, dejé atrás reclamos, aplausos, suaves caricias, tenue mirar Laberintos de encuentros y desencuentros, oscuros manantiales, voluptuosos cuerpos transpirados, llenos de deseo. Palabras duras, lenguas filosas atravesaron mi alma, dejándome sin respirar, hundiendo mi fuerza interior. Pedí auxilio a la madurez, sin dejar de reclamar la engañosa presencia de la verdad., no encontré respuestas, pretextos para continuar. Ahora ,detenido sobre hierros blandos, sobre vacíos tentadores, mirando que ancho es un río y que corta es la verdad, caigo en suspiros, envuelto en pétalos negros, me aproximo a la naturaleza, que no sufre sino que la dañan , como ya no me han de dañar..

miércoles, 4 de noviembre de 2009

LA MÁQUINA DE ENTRETENER BOLUDOS por DANIEL IFRÁN


“en el símbolo de la levedad, Italo Calvino rinde tributo a Lucrecio, quien siente la necesidad de dejar que los átomos puedan desviarse imprevisiblemente de la línea recta con el fin de garantizar la libertad tanto de la materia como de los seres humanos”
                                                                        Italo Calvino

La máquina de entretener boludos

     Fue el desayuno testigo de la repetición hasta el hartazgo de “esa” noticia, repetida por demás, seriada y machacada por todos los medios de comunicación. El speech era preciso y concreto “hoy será un gran día para la humanidad”. En sintonía con nuestra velocidad de movimientos laborales, las informaciones se acotan y tamizan cual gustoso minimalista para no distraer en demasía al público que trabaja, ya vendrá la noche para distraer al ciudadano.
     Al enfrentar las calles se probará el acto volitivo de ir a trabajar o cuanto quedare de éste. Arrojarse a la ciudad, otra vez atravesar el amazonas, bocinas golpeando la espalda, taladrando tímpanos; metralla de lejos, se pierde el agresor; hostil la esquina, hostil el semáforo, hostil el que pide monedas, hostil lo polarizado, hostil la ambulancia, todos en la mierda hasta el cuello: pacíficos farsantes. Sobre el mediodía a la espera de almorzar seguía repetitiva la noticia “hoy a la tarde se conocerán los primeros vestigios del universo”. Vociferaba el cronista del canal estatal, apenas audible en el bar por la cantidad de comensales que se juntaban delante del plasma. De regreso a casa para cenar y avanzada la noche, enciendo la tv, los comunicadores habían hecho un gran trabajo periodístico, sostener, entretener y alimentar cual monstruo al hecho o suceso durante toda la jornada, que no es poca cosa, a pesar de constantes robos, asaltos o peleas por donde se camine la ciudad.
     A la hora de mayor audiencia televisiva nocturna, el periodista presentó los hechos de público conocimiento acerca de la tan mentada máquina. El personaje se presentaba alegre y jovial, como de costumbre; tal vez, una mueca frente a las cámaras, sin temor a equivocarme deslicé la idea que todo el país lo miraba y escuchaba con presteza, nuestro periodista (digo “nuestro” por ser argentino)le pasa la posta informativa a otro extranjero para que explique la situación en el lugar de los hechos, que a su vez se conecta con un científico francés; éste, traducción mediante, explica el extraordinario experimento para esclarecer al vulgo, el hombre ciencia describe. “En un sector entre los países de Francia y Suiza hemos construido, bajo tierra, un acelerador de partículas.
Esta máquina es de forma circular y mide 28 km de longitud total aproximadamente, dentro del círculo de caños aislados del exterior bajo tierra, se aceleran partículas subatómicas por medio de enormes electroimanes hasta alcanzar velocidades próximas a la luz. Estas balas subatómicas por llamarlas de algún modo, girarán en sentido inverso unas de otras. El fin último de esta máquina es que, las minis balas al girar en distintos sentidos, colisionen; al chocar estaríamos en condiciones de comprobar qué sucede o qué sucedió después de la explosión primigenia (Big Ban). En simultáneo se tomarán todos los datos para luego analizarlos con tranquilidad por los innumerables aparatos y computadoras que posee el laboratorio. La información recolectada será de enorme importancia para la humanidad”
     Minutos después la pantalla del laboratorio subterráneo exponía números gigantes en conteo regresivo y retransmitiendo a todo el mundo. Cuando llegue al número cero se adelantaba a explicar el científico, ustedes verán en la pantalla y por supuesto en sus televisores, un diminuto destello, fenómeno indubitable del choque de partículas.
Rato después, el conteo regresivo se aproxima a su clímax, en el enorme salón bajo tierra, convertido ahora, en el centro de atención mundial.
     La tensión se respiraba, periodismo mediante, corazones de ciencia, delegados del mundo de las certezas latían a estallar; su gran día se asomaba, la luz cubriría la noche.
     Espera y silencio increíble, la secuencia por tv y altavoz, tres dos uno cero.
     En la pantalla gigante del auditorio y retransmitida a todo el planeta dos cuerpos desnudos, mujer y hombre, entre lazos por la pasión, suspendidos, ingrávidos, sobre el fondo azul por cuestiones visuales y desprovistos de todo accesorio que desvíe la atención de los televidentes. No había cama ni muebles, lo importante eran ellos revolcándose, a toda calentura. Luego la cámara se detuvo y enfocó la pelvis de la pareja. El plano corto ahora. El pene chorreante, caliente, penetró como rayo la jugosa vulva, luego los movimientos de cinturas hacia delante se fueron incrementando, los cuerpos se ondulaban. La danza amatoria terminó cuando los gemidos y gritos de la pareja fueron imperceptibles al oído.
     La sorpresa fue total. Quién supondría que semejante espectáculo de “muones” o “protones”, sería interrumpido o alterado por éstas bandas de sucios ácratas, anticiencias, más aún, presentan en las pantallas del planeta éstas pareja de inadaptados y degenerados, que lo único que logran es ruborizar y evitar los ciudadanos. Puso fin al incidente corporal un puño cerrado en la pantalla y un dedo mayor levantado.
     La congregación de investigadores, azorada…en el auditorio solo se escuchan los gritos del jefe técnico en computadoras, “Malditos hackers”. Para descomprimir la situación, el periodista francés intenta calmar al público televidente con una noticia de último momento, se especula que la maquina de Dios ha sido penetrada… termina lacónico el comunicador. Otro canal, sueño, sigue la tv prendida. Las imágenes de terror se suceden, no hay piedad para nadie, bandas de mercenarios entran a los campos de refugiados y matan a cualquiera sin miramiento, raza negra maldita, cientos de mujeres y niños huyendo, la procesión de famélicos se dirigen a ningún lugar; sobre el alambrado de un camino polvoriento los buitres esperan darse un banquete con los sobrevivientes en Ruanda.
     Otra canal. Otro periodista. Otra noticia. Sobre una improvisada canoa azotada por el viento y la lluvia, se detalla un informe lapidario sobre Haití, luego, de los desvastadotes huracanes caribeños; miles de parias sobre los pocos techos que aún quedan, sin agua, comida ni atención médica. No creo, dice el corresponsal en su crónica, que ése sea un buen lugar para vivir. El país es inviable. Me voy a dormir pensando que la máquina de Dios costó 60.000 millones de dólares.

Daniel Ifrán

martes, 3 de noviembre de 2009

LA FLACA por LUCAS REANO

LA FLACA


Soy sincero cuando te digo,
que no pensé que eras
tan rápida.

A tu alrededor, las demás,
dignifican virginidad
de con quienes ellas,
andan.

Eres pura
hipocresías.
Te pusiste celosa,
cuando anduve con otras,
siendo que a vos,
varios te sintieron,
te probaron,
mientras bebía
de los elixires
de tu ser.

¿Cómo no se me va a soltar la cadena?

Igualmente,
me vence el vértigo.
Cuanto más te exijo,
más me exigís…
Y es por eso que termino…
Agotado…
Transpirado,
exhausto…
Desangrado.

Tus dos circunferencias,
suaves, perfectas,
simétricas,
las que me brindas,
como a todos,
sin siquiera ejercer
alguna resistencia,
me elevan…
Me aceleran…
Igual te agradezco,
el vuelo y el insomnio.
Soy feliz.
Nada más hace falta.

Es ley.
Encima tuyo,
soy todo virilidad.
El más rápido
soy en vos.
Quizás por eso
te dejas por otros.
Es degradante.

Más allá de tu reputación,
es innegable que te conozco,
todas las mañas,
todos tus berrinches,
tus histeriqueos
De todas formas,
hacemos buena pareja.

Pero sos rápida.
Por eso todos,
te desean,
te añoran.
Me regalas contradicciones,
decoradas con placeres,
orgásmicos.

Siempre volvés.
Pero hoy, me dejaste,
a pata.
No es tu culpa,
soy yo...
Siempre yo.
El que se olvida,
los parches y la solución.
También el inflador.

Flaca…con vos,
no sigo caminos,
ellos me siguen a mí.

domingo, 1 de noviembre de 2009

SOBERBIA SIN LÍMITES por SUSANA RADIA

Soberbia sin límites

Después de tantos años, al ver esa fotografía color sepia, sentí que la sangre se me aligeraba y corría helada por el cuerpo, como si quisiera escurrirse de las venas. Fue una regresión al pasado que creía olvidado.
Y volvieron los gritos, los insultos, la violencia y su victimización, todo muy patético.
Es parte del ayer, cuya vida fue terrible, la cual nos marcó a todos los que la padecimos.
Necesité volver a ver esa mirada irónica, soberbia, para que los recuerdos al invadirme, me estremecieran y esa angustia me hizo comprender por qué nunca pude mirarte sin temblar.
A pesar de los años, es como una huella trazada con dolor.
Dicen que hay que tomarse su tiempo, porque a la larga él mismo lo ordena todo, pero a veces pasa, corre largamente y las cosas no se ordenan.
El secreto de la vida parece sobrevivir al daño que nos marca las cicatrices. El dibujo de las mías, que llevo en el alma, y pienso que fue lo que definió mi personalidad.
Creo que en este momento debo tratar de hallar fuerza en el perdón, para poder encontrara la felicidad, o por lo menos algo muy parecido a ella.