jueves, 10 de noviembre de 2011

Anticipo libro "POLIEDROS" Antología del Taller Literario "Los Lanzallamas"

Hoy: ELSA GIRGENTI en El  guardabosque  y  la  luna








“Para   descubrir  un  asesinato  hay  que  buscar  a  la  persona  que  se  beneficiaria  con  el  crimen”
                                                                                                              Agatha  Christie
 El  viento  tomó  el  color  de  los  caprichosos  remolinos  que  recorrían  las  calles  dormidas  y  desiertas  del  triste  poblado.  La  tierra  colorada  no  daba  respiro  llevándose  implacable  la  juventud  de  sus  habitantes  que  padecen  la  sequedad  del  clima.
     Desde  allí  partió  una  noche  el  guardabosque  conduciendo  su  jeep  con  firmeza  y  gran  velocidad,  para  sobresalto  de  la invitada  al  evento,  quien  en  cada  curva  de  la  picada  boscosa  se  sobresaltaba  temiendo  un  choque  contra  el  verde  muro,  mientras  escuchaba  el  machacado  monólogo  ponderando  la  belleza  de  la  luna  y  su  esplendor.  La  esposa  también  lo  escuchaba  sin  inmutarse,  devorando  bombones  como  era  su  costumbre. 
    Finalmente  arribaron  al  lugar  en  medio  del  impenetrable,  donde  ya  se  escuchaba  la  música  pegadiza  del  chamamé,  pista  bien  apisonada  de  tantos  años  de  bailes.  Se  destacó  de  inmediato  entre  las  parejas una  bella  y  joven  mujer  vestida  de  blanco,  de  rasgos  que  evidenciaban  su  origen  nativo;  se  movía  acompasadamente  en  brazos  de  un  “gringo”  rubio,  único  soltero  del  pueblo,  codiciado  por  todas  las  solteras.
     El  despechado  guardabosque  continuó  su  apasionada  letanía   dirigida  a  la  invitada,  la  que  comprobó  que  la  ponderada  luna,  no  era  otra  que  Pochola  Luna,  a  quien  iba  dirigida  su  mirada  sin  importarle  la  presencia  a su  lado  de  su  esposa,  incomodándola  con esa  perorata. 
     Años  después  se  tuvo  noticias  de  que  Pochola  Luna  había  sido  asesinada  en  la  parcela  que  ella  cultivaba  en  medio  de  la  selva.
    Sorprendió  que  esto  sucediera,  pues  Luna,  se  internaba  todos  los  amaneceres con  el  tractor  y  su  escopeta  al  hombro,  previendo  el  encuentro  con  un  reptil.


lunes, 7 de noviembre de 2011

Anticipo libro "POLIEDROS" Antología del Taller Literario "Los Lanzallamas"

HOY: MARTA ELENA LASTRA en
Elegía para una mano



Y yo perdí una mano...
Era la mano de la que yo me colgaba
para caminar las calles de mi pueblo.
Era morena, grande, callosa y tibia.
Era mi orgullo, mi seguridad.
Y yo la sentía firme.
Era la mano que me hacía reír.
Era la mano que revolvía mi pelo cuando estaba dormida,
al tiempo que deslizaba un "Tofi" bajo la almohada.
Era la mano que me enseñó a dibujar las letras y a querer los libros.
Tomada de esa mano aprendí a bailar, a fantasear, a divagar, a soñar.
Era la mano que cuando se levantó en puño fue para defender lo noble y justo.
Era la mano que no supo atesorar riquezas, sólo aquellas que dan el trabajo y los amigos.
Era la mano que golpeaba la mesa y acariciaba el pan.
Era la mano que llevaba la rienda o empuñaba la pala
y era la misma mano a la que le crecían alas cuando tomaba la pluma.
Esa mano, una triste noche, se agitó en el aire como un viejo pájaro herido
y cayó entre las mías, tan parecidas, como buscando un sitio donde
apaciguarse, cada vez más quieta, cada vez menos tibia.
Y perdí esa mano...
Y la vida me dio otras manos, igualmente fuertes, honestas, cordiales,
pero mi corazón extraña aquella tibieza de la niñez.
En mis sueños de vigilia y añoranza, esa mano viene a buscarme.
Entre perfumes viejos de madreselva vuelvo a caminar arboladas calles de tierra.
A tararear valsecitos criollos.
A reír con anécdotas contadas mil veces.
A fabular un mundo sin rejas, sin jaulas ni cerraduras.
A decir las palabras que quedaron sin pronunciar.
Tal vez un día esos sueños serán realidad, porque aún hoy,
que el tiempo se obstina en poner niebla en mis cabellos
y quitar brillo a mis ojos,
aquella mano me guía y muchas veces me sostiene.

Anticipo libro "POLIEDROS" Antología del Taller Literario "Los Lanzallamas"

Hoy: RAUL GIOVAGNOLI en CUENTITO



Creo que no le caí bien de entrada pero ella hizo cuanto podía por acercarnos, su mirada huidiza sentenció un espacio a rivalizar pero sus manos fueron mucho más lejos, sus caricias aquí de cerca, no quiso acercar su nariz a la mía, eso era exclusividad de ella y prefirió dejar la puerta abierta pero la cama destendida, sólo volvió con mi ausencia y ante cada timbre mío era espiado tras las cortinas y frenado por su tumulto de besos, de a poco se fue animando mientras su boca dispuesta se peleaba con mi barba, me dejó acariciarlo sólo una vez con indiferencia casi y sus manos furiosas inquietas me estremecieron a su propio ritmo, no quiso comer por un par de días hasta que las caricias se hicieron fuego y nuestra desnudez derrumbó edificios. Él sigue esperando la hora en que otros me esperan y ella espera que nadie me espere más que ella, yo espero que él pueda enredar sus bigotes con los míos y que ella ría feliz mientras continúa enredando su boca con la mía.

(Mónica, su gato y yo)

domingo, 6 de noviembre de 2011

PRESENTACIÓN DEL LIBRO "POLIEDROS" EN LA BIBLIOTECA GORI

IMÁGENES DEL EVENTO SÁBADO 5 DE NOVIEMBRE 2011
Y AL FIN LLEGÓ LA PREVIA






EL TALLER EN PLENO CON ALGUNAS AUSENCIAS