ERRORES EN LOS QUE
COMÚNMENTE INCURRIMOS
El dequeísmo que consiste en anteponer al
pronombre “que” la preposición “de”. Una manera sencilla de escribirlo
correctamente es haciéndonos la pregunta qué o de qué, según corresponda, y si
la respuesta suena bien, quiere decir que hemos usado apropiadamente el término.
Por ej. :
1.
Sabía que vendrías ¿Qué sabía?
Sabía que vendrías
2. Aseguró
de que vendría ¿De qué aseguró? ESTA FORMA NO
ES CORRECTA.
1.
Estaba convencido de que ésa era la solución ¿De qué estaba convencido? ESTA FORMA ES CORRECTA.
¿Cuándo acentuamos
como, donde o porque?
¿Cuándo NO llevan
acento? (ver “el arte de escribir bien el español: manual de corrección de
estilo, María Marta García Negroni, Laura Pérgola y Mirta Stern. 1ª ed. –
Buenos Aires: Santiago Arcos, 2004)
sust.
o adjet. que terminan en to-tor-torio-do-dor
y
vocablos
que derivan de verbos terminados en ar
(llevan “c”)
so-sor-sorio-sivo-sible y verbos
terminados en
der-dir-ter-tir llevan “s” (9)
Géneros
literarios contemporáneos
En la actualidad es difícil
hablar de género, especialmente con respecto a la producción de obras después
del modernismo, debido a que no existen características formales para
determinar qué obras pertenecen a determinado género. Por ejemplo, la novela,
tras una cierta evolución a finales del siglo
XIX que culmina en Gustave
Flaubert, se ha convertido en el siglo XX y comienzos del XXI en la forma
literaria por excelencia, a la que se acogen más propuestas
diferentes de escritura. El
término novela sirve ahora de nombre a un corpus de obras de cierta extensión,
en las que se pueden alojar varios discursos y en las que no es necesaria ni la
unidad ni la coherencia en la acción fijadas por el canon aristotélico. Entre
estas obras, son frecuentes las que hacen uso de la polifonía, presentando
distintas voces narrativas, y las que tratan distintas temáticas u
ofrecen distintos bloques
argumentales en la misma obra. Desde
luego, ya no existe un
elemento formal común que las agrupe.
Género narrativo.
Se refiere a aquellos dos
géneros discursivos con una extensión limitada. Se pueden distinguir dos series
de narrativas: la narrativa de la modernidad y la narrativa de la
posmodernidad. El que narra la historia se llama Narrador. Este género cumple
la función
referencial del lenguaje y se caracteriza por ser una narración de forma
secuencial compuesta por personajes dentro de ésta. Tiene coherencia en lo que
se está contando, tiene en cuenta los tiempos en los que los personajes actúan
(un cuadro narrativo se refiere a los cinco elementos que debe tener una
narración).
Personajes
------------------- Acción
Narrador
Espacio
----------------- Tiempo
Comunica
las más íntimas vivencias del hombre, lo subjetivo, los estados anímicos y los
estados amorosos.
El
presente, pasado y futuro se confunden. No tiene metro ni ritmos propios sino
que el poeta acude a todos aquellos que le parecen más oportunos para expresar
mejor sus sentimientos.
Hablante lírico, es el que expresa todos los
sentimientos en el poema respecto a un objeto lírico.
El
objeto lírico es el ente, objeto o
situación que provoca los sentimientos en el poeta, los que son expresados
por el hablante lírico.
El
motivo lírico es el tema del que trata la obra lírica, eso quiere decir que es
el sentimiento predominante que expresa el hablante lírico acerca del objeto
lírico.
La novela como género. El tratamiento de la
novela como género escrito, sólo vino después de 1934, cuando Mijaíl Bajtín,
diferenció la novela de la prosa novelesca y la poesía lírica. Los antecedentes
de esta discusión de los anteriores críticos, es que ellos no había encontrado
en la novela la misma forma-estilística de la poesía, y por consiguiente se le
había negado cualquier significación artística, para sólo tratarla como un
documento. A partir de los años veinte, se había planteado estudiar la prosa
novelesca, y definirla por su especificad. De acuerdo con Bajtín, fue un error
de los críticos de los años veinte, el de calcar los análisis de los géneros
poéticos para ser un estudio mono estilístico. Rechazando así a la estilística
el estatus de estudio de la novela por sólo reducirse a las destrezas
individuales y del artista, y dejando a lado, las evidencias del habla de las
ciudades, de los registros sociales, de las generaciones y las épocas.
(Francisco Abad, "Bajtín ante la lengua literaria").
(10)
Pero
usemos el género que usemos, la importancia de la palabra escrita o hablada es un poder en sí mismo. Con ella trasmitimos sentimientos, informamos o
denunciamos.
Es
la herramienta que permite igualar a
los seres humanos, defender nuestros
derechos y permanecer a través del tiempo.
Bibliografía
(1)
Cherbourg,
1915 - París, 1980) Crítico, ensayista y semiólogo francés. Fue uno de los
principales representantes de la nueva crítica o crítica estructuralista.
Estudió en el liceo Louis-le-Grand, se licenció en la Sorbona, ejerció la
actividad docente en el liceo de Biarritz, en el Liceo Voltaire y más tarde en
el Collège de France. Trabajó como periodista literario en Combat, fundó la
revista Théâtre Populaire y dirigió la Escuela Práctica de Altos Estudios.
Influido por la obra de L. Bloomfield y F. de Saussure, a principios de los
años setenta se propuso, junto a J. Kristeva, Ph.
(2)
Roland
Barthes, El placer del texto
(3) Roland
Barthes, op.cit.
(4)
“Curso
de Lingüística General”, Ferdinand de Saussure, Ed. Losada, 1964
(8)
Eduardo
Galeano, Úselo y Tírelo, Ed. Planeta, 1994, pág.119
10)Comfort,
Philip y Rafael Serrano. El origen de la Biblia. Maestro, Jesús G.
Crítica de los géneros literarios en el "Quijote". Idea y concepto de
"género" en la investigación literaria, Vigo, Editorial Academia del
hispanismo, 2009, 544 pp.