viernes, 7 de septiembre de 2012

POETAS SURREALISTAS DE LATINOAMERICA

Abeja negra (CESAR MORO)
 
Más bien buscar hacia el cisne
Y los blasones cruzados son espadas
Un puñal como almohada
Una lágrima eterna sobre la frente
Bajo el alto tocado
El silencio entre las flores que hacen signos
A la puesta del sol
Una golondrina cayendo verticalmente en un lago
La torre y las cortes de amor
El mar que irrumpe con espuma en los labios
El horizonte regular de una vida bajo la lámpara
Apagadas todas las luces es posible
Escuchar gemir el ave nocturna
En su oído
 
De "Le château de grisou"1939-1941
 
El agua lenta el camino lento...(CESAR MORO)
 El agua lenta el camino lento los accidentes lentos
Una caída suspendida en el aire el viento lento
El paso lento del tiempo lento
La noche no termina y el amor se hace lento
Las piernas se cruzan y se anudan lentas para echar raíces
la cabeza cae los brazos se levantan
El cielo de la cama la sombra cae lenta
tu cuerpo moreno como una catarata cae lento
En el abismo
Giramos lentamente por el aire caliente del cuarto caldeado
Las mariposas nocturnas parecen grandes carneros
Ahora sería fácil destrozarnos lentamente
tu cabeza gira tus piernas me envuelven
tus axilas brillan en la noche con todos tus pelos
tus piernas desnudas
En el ángulo preciso
El olor de tus piernas
La lentitud de percepción
El alcohol lentamente me levanta
El alcohol que brota de tus ojos y que más tarde
Hará crecer tu sombra
Mesándose el cabello lentamente subo
Hasta tus labios de bestia
 
Deseo (XAVIER VILLAURRUTIA)
 Amarte con un fuego duro y frío.
Amarte sin palabras, sin pausas ni silencios.
Amarte sólo cada vez que quieras,
y sólo con la muda presencia de mis actos.
Amarte a flor de boca y mientras la mentira
no se distinga en ti de la ternura.
Amarte cuando finges toda la indiferencia
que tu abandono niega, que funde tu calor.
Amarte cada vez que tu piel y tu boca
busquen mi piel dormida y mi boca despierta.
 Amarte por la soledad, si en ella me dejas.
Amarte por la ira en que mi razón enciendes.
 Y, más que por el goce y el delirio,
amarte por la angustia y por la duda
 
Nocturno de la estatua (XAVIER VILLAURRUTIA)

                                                                             A Agustín Lazo
Soñar, soñar la noche, la calle, la escalera
y el grito de la estatua desdoblando la esquina.

Correr hacia la estatua y encontrar sólo el grito,
querer tocar el grito y sólo hallar el eco,
querer asir el eco y encontrar sólo el muro
y correr hacia el muro y tocar un espejo.
Hallar en el espejo la estatua asesinada,
sacarla de la sangre de su sombra,
vestirla en un cerrar de ojos,
acariciarla como a una hermana imprevista
y jugar con las fichas de sus dedos
y contar a su oreja cien veces cien cien veces
hasta oírla decir: «estoy muerta de sueño»
 
 
En voz baja (ALDO PELLEGRINI)

En voz muy baja
para poder atravesar la fragilidad de tu sueño
te haré la revelación de las formas
te contaré la belleza
de lo que nunca se vive
las maravillas que nacen imprevistas de la intensidad
del ardor
te enseñaré a caminar con firmeza en la oscuridad
a iluminar la noche con los deseos
a investigar el secreto inmortal
las aventuras galantes alineadas por orden
cronológico
de la vigilia
las borrará el sueño que busca la mujer que todos
rechazan
la mujer que enciende su espíritu caída en las
maravillas del amor
Yo
despierto
predico la absurda técnica de la irresolución
inmóvil
en voz muy baja
te revelo
que el mundo es una graciosa mentira inventada por el
buen humor de los mártires.

He encontrado el secreto de tus ojos (ALDO PELLEGRINI)
 
Mírame
busco en el fondo del pozo la cantárida dorada
y para salvar a la noche asesino a los noctámbulos
mírame hasta el agotamiento de las fuentes
donde el temblor se deshace
en la inmovilidad de tus ojos
¿desde qué día señalado por la ausencia de horas
has dejado de creer en la noche?
el amor es una forma de la maduración de los ríos
es un pasatiempo vertiginoso al borde del abismo
y tú has comenzado a caminar por la cuerda de mis sueños
a embellecer la muerte de los pasos.
 
Para que sólo tu luz me ilumine
ordena que hoy sea el último día
ordena que se derrumben las alturas
arranca la blanca mancha del sol
de otros ojos extraños que pasan.
Mírame
mírame en la luz de un universo sin mundos
en la luz de esa aurora feroz
mírame con tus dientes
y a través de la espuma
de océanos interminables que nos acechan.

El surrealismo en la literatura de AMERICA LATINA


 

Hacia 1924 reinaba en América Latina un tufo de modernidad positivista no sin contradicciones hondas. Había, por ejemplo, una literatura burguesa culterana y decorativista con los Simbolistas -como en cierto creacionismo-, estremecida por las ráfagas de los futuristas como en el Estridentismo5. Modelaba el “proyecto cultural” latinoamericano un tufo de afrancesamiento rancio con sus estéticas hegemónicas y un culto al saqueo “moderno” pleno de fiebres nacionalistas a destajo con trabajo febril de los aparatos burocráticos serviles para ayudar a sanar las heridas de los EE UU luego de su “crisis del 19”.

Hacía falta capacitación de mano de obra esclavizada y hacía falta infraestructura moderna que facilitara el saqueo de los recursos naturales. Algunas élites de intelectuales advenedizos adoraban sus tareas modernizadoras mientras miraban, con nostalgia de lo que no tuvieron, el mundo europeo francés. Ser hombre culto implicaba hablar francés en tertulias bohemias... leer poesía francesa... un deleite burgués en territorios coloniales y semi-coloniales. De espaldas siempre y en contra de las Revoluciones que agitaba el continente entero desde 1910.

Y de Francia vino, paradójicamente, “La Révolution Surréaliste”, que tomó tiempo en encarnar sus elixires malditos. Viajaron a Latinoamérica primero con sus ideas y luego personalmente André Breton, Antonin Artaud, Philippe Soupault y Benjamín Péret, Marcel Duchamp... que no sólo trajeron la influencia de sus postulados sino que se llevaron el sello indeleble de un continente que por sus realidades y sus imaginarios prometía hacer del Surrealismo florecimientos magníficos de alcance insospechado. Pero también el Surrealismo que vino, volvió a Europa cargado con voces latinoamericanas... un ir y venir que tiene en su historia capítulos fundamentales para comprender el presente del pensamiento Latinoamericano en muchas de sus áreas fundamentales.

Es el caso de Julio Cortázar, Octavio Paz, Alejo Carpentier... desde México hasta Argentina el humor rebelde de los surrealistas trabaja sobre los hechos absurdos de la vida, de la política, de la cultura burguesa. Y la influencia del surrealismo no se detuvo ahí abrió un método transformador que contribuyó al fulgor de autores como Pablo Neruda, Wilfredo Lam... Vicente Huidobro, Angel Cruchaga, Rosamel del Valle, Braulio Arenas, Gonzalo Rojas, Teófilo Cid, Jorge Cáceres, Enrique Gómez Correa, Humberto Díaz Casanueva, Carlos Latorre, Juan Antonio Vasco, J. J. Ceselli, Julio Llinás, Francisco Madariaga, Olga Orozco, César Moro, Aldo Pellegrini, Emilio Westphalen, Oliverio Girondo, Pablo de Rokha y Enrique Molina.

 
Argentina: Aldo Pellegrini inició el primer grupo con inspiración surrealista en 1928. Publicó también la primera revista surrealista de habla hispana. Se suman, no exhaustivamente, los nombres de David Sussman, Mario Cassano, Elías e Ismael Piterbarg, Adolfo Solario. Macedonio Fernández y Oliverio Girando. Enrique Pichon Rivière, Juan Batlle Planas, Roberto Aisenberg, Juan Andralis, Julio Silva y Virginia Tentindo. Parte del resultado es la revista Ciclo. Enrique Molina dice "Si la poesía no es una actitud total.... si ella ya no encierra todas las posibilidades del amor,, de la revolución, si no es definitivamente incompatible con la servidumbre, con la domesticación, con el arrivismo, termina por verse limitada...a banalidades decorativas, elaboradas por el ocio y la cobardía" En 1992 se realizó una gran exposición surrealista en Buenos Aires bajo el nombre de El Surrealismo y su entorno en la Argentina., organizada por Jean Puyade, director de la Alianza Francesa de Santa Fé, destacan las instalaciones de León Ferrari con espíritu anticlerical y militante del Surrealismo.

 
Brasil: El Surrealismo brasileño cuenta con el Movimiento Antropofagista de 1928; el Grupo Austral de Brasil animado por Edouard Jaguer, compañero de ruta de Breton desde 1950. Suma los nombres de Maria Martins Sergio Lima y Claudio Willer, Floriano Martins Ismael Nery y Murilo Mendes, Mário de Andrade y Oswald de Andrade. Patrícia Galvão (Pagu), Flávio de Carvalho y Mário Pedrosa. Fernando Mendes de Almeida, Ascânio Lopes, Rosario Fusco, Livio Xavier, Osório César, Jamil Almansur Haddad, Raguna Cabral, Wagner Castro y Eros Volúsia, Raul Bopp y Tarsila do Amaral

 
Colombia tuvo un grupo de poetas Los Nadaistas cuya inspiración oscilaba entre Dada y el Surrealismo pero el mejor fruto del acoplamiento del espíritu surrealista con la realidad colombiana son los Cien años de soledad de García Márquez.

 Cuba: Alejo Carpentier (nacido en La Habana, Cuba, el 26 de diciembre de 1904 y fallecido en 1980 en París) bebió de ese elixir de la experiencia surrealista. He aquí un ejemplo de traslado no imitativo, es decir de practica dialéctica que no creyó en canones ni purismos. “Carpentier, ampliamente conocido por el estilo barroco de sus escritos y su teoría de "lo real maravilloso", tiene entre sus obras más famosas Ecue-yamba-o! "Alabado sea el Señor" (1933) sobre el folclore y mitología afrocubanos, El reino de este mundo (1949) y Los pasos perdidos (1953). Fue en el prólogo de El reino de Este Mundo, una novela sobre la Revolución haitiana, en el que describió su visión de "lo real maravilloso" o lo maravilloso real, que algunos críticos interpretan como sinónimo del Realismo mágico”6.

 
Chile El primer grupo surrealista chileno, La Mandrágora, se funda en 1938 aunque ya desde 1935 un chileno ilustre Roberto Matta había compartido las actividades del grupo de París y, más tarde, parte con Breton y Max Ernst al exilio en New York. Los grandes animadores del grupo chileno son los poetas Enrique Gomez Correa, Braulio Arenas y Teófilo Cid quienes publican a partir de 1943 siete números de una revista que lleva el nombre del grupo. En 1948 los surrealistas chilenos organizan una exposición internacional del movimiento en la que participa Matta quien a pesar de sus simpatías por el grupo mantuvo siempre una posición externa. En la actualidad el pintor y poeta Leal Labrin ha organizado una suerte de sucesión surrealista con un grupo de jóvenes que son mayoritariamente alumnos suyos en la Universidad. Labrin organiza frecuentes exposiciones surrealistas itinerantes en Chile.

 
Roberto Matta (Santiago de Chile, 11 de noviembre de 1911 - Civitavechia, Italia, 23 de noviembre de 2002) avanzó sobre una estética de la lucha y la tensión no muy simpáticas para el pensamiento cultural hegemónico en Chile. “Precisamente fue Breton quien estimuló al artista chileno, valorando su trabajo e introduciéndolo en el círculo de los principales miembros del movimiento surrealista de París. Matta produjo ilustraciones y artículos para el periódico surrealista Minotaure. Durante este período trabó amistad con prominentes artistas contemporáneos europeos como Picasso y Marcel Duchamp”.... “Quiero revelar las contradicciones implícitas en la realidad. Es el espacio creado por las contradicciones, el espacio de esa lucha, lo que me interesa como expresión de nuestra condición real. El defecto de la mayoría de los cuadros actuales es que enseñan una libertad a priori de la que se han eliminado toda contradicción, toda semejanza con la realidad.” Matta.
Guatemala: donde se refugia Eugenio Granell cuando se ve obligado a partir de Santo Domingo, con su pasado maya. Carlos Mérida quien había expuesto en la exposición de 1940 en México comparte con Granell la militancia surrealista guatemalteca
Perú la primera exposición surrealista tiene lugar en 1935. Es la primera exposición surrealista latinoamericana. En ese país el Surrealismo está representado esencialmente por César Moro y Emilio Westphalen quienes organizan la exposición mencionada y, en 1939, publican el primer y único número de la revista El uso de la palabra. Más tarde, a su retorno de México, Moro publicará otra revista Las Moradas. CÉSAR MORO (1903-1956)
Uruguay en los años 60 aparecen dos revistas de inspiración surrealista Los huevos del Plata y Maldoror. En la primera se reproducían textos del grupo de Paris y algunas creaciones poéticas automáticas. La segunda fue fundada por Lucien Mercier, Profesor de francés y crítico de cine en el semanario de izquierda Marcha. Con esta revista el país que vio nacer a Isidore Ducasse, Lautréamont, le rinde homenaje a este gran inspirador del movimiento

 
                                        Juan Calzadilla
Venezuela el Surrealismo aparece tardíamente en 1968 con el movimiento plástico y poético El techo de la Ballena que alcanzó una gran fuerza expresiva y militante. Este grupo surge, en principio como una forma de acción política y poética. Cuenta entre sus filas con Juan Calzadilla, y todos sus miembros mantienen hasta hoy intactos sus principios surrealistas.

 
                             
 
Xavier Villaurrutia fue un escritor mexicano que cultivó los géneros de poesía, crítica literaria y dramaturgia. Su poesía otorga una indiscutible importancia, una sugerente función inspiradora, al principio del error freudiano y a la técnica, utilizada ya por los surrealistas, de la inconsciente asociación de ideas potenciada por un mismo fonema, que alude a planos muy distintos de la experiencia. La palabra adquiere así un carácter casi fantasmagórico, que actúa como un espejo donde el poeta se ve siempre devuelto a sí mismo en un insatisfactorio vaivén lleno de ansiedad, revelador de una carencia que es la propia esencia del vivir y que sólo puede concluir con la muerte.


CESAR MORO: Fue un poeta y pintor surrealista peruano. Tras una formación autodidacta firma su primer trabajo, un dibujo modernista, en 1921 como "César Moro", nombre escogido por él y con el cual a partir de ese momento se movería por el mundo. Gran parte de su poesía está escrita en francés, durante su largo período de estancia en París, donde se relacionaría con la plana mayor del surrealismo francés, como André Breton y Paul Éluard.
En 1928 ingresa en el surrealismo y empieza a escribir poemas en idioma francés. En el periodo comprendido entre 1928 y 1934 continuará con sus actividades europeas tanto en el ámbito de la pintura pero sobre todo del de la poesía (Ces poèmes) y regresa a Lima a finales de 1933. En 1935 organiza con el poeta Emilio Adolfo Westphalen, la primera exposición surrealista de Latinoamérica, en la Academia Alcedo de Lima.
Regresa a Lima en 1948, año en que fungió como profesor en el Colegio Militar Leoncio Prado, donde fue maestro de francés del novelista peruano Mario Vargas Llosa. En 1955 culmina una de sus obras principales, Amour à mort. El 10 de enero de 1956 muere víctima de leucemia.

ALDO PELLEGRINI: Aldo Pellegrini (Rosario (Santa Fe) 1903 – 1973), poeta, ensayista y crítico de arte argentino.

Dos años después de la publicación del Primer manifiesto surrealista de André Breton en 1924, fundó junto a sus compatriotas argentinos Marino Cassano, Elías Piterbarg y David Sussman el primer grupo surrealista de Sudamérica en Argentina, que desemboca en la publicación de dos números de la revista Que en 1928.
También fue fecunda su amistad con su colega en poesía Enrique Molina.
Pellegrini participó en la creación y edición de las revistas Ciclo,Letra y Línea,A partir de cero. Su importante obra poética fue reunida en un volumen bajo el título La valija de fuego, publicada por la Editorial Argonauta en 2001.
En el terreno de las artes plásticas desarrolló asimismo una destacada labor como teórico e infatigable portavoz de los primeros artistas abstractos de la Argentina, publicando innumerables artículos en revistas especializadas de arte. En 1967 organizó en el Instituto Di Tella la importante muestra Surrealismo en la Argentina.

Surrealismo en América latina (pintura)

Roberto Matta: nació en Santiago- Chile en 1911 y falleció en Italia en 2002-
se adentra en la psiquis y en la emoción del espectador a fuerza de trazos enervados que representan la permanente crisis de la condición humana. La densidad de sus pinturas contrasta con lo burlesco y caricaturesco de algunas de sus imágenes mejor logradas, en las que se mezclan aspectos de la figuración, del surrealismo y de la abstracción y en las que el animal y el ser humano se confunden en un apasionado ejercicio crítico.


 
 
WILFREDO LAM (Sagua La Grande, 8 de diciembre de 1902  París, 11 de septiembre de 1982) fue un pintor vanguardista cubano.
El universo de Wilfredo Lam transcurre en estas querellas del hombre con la naturaleza, del hombre con lo desconocido, de la magia ineludible de la selva y de los sexos atávicos o impúdicos del Caribe. Un Caribe ancestral, primigenio y un Caribe que descubre a cada paso, no sin nostalgia, los caprichos de la civilización. Wilfredo Lam es sin dudas uno de los pintores cubanos de mayor fuerza dramática y de más peso, tanto en el fondo, como en la forma exuberante y poderosa de los trópicos.
 
 
Remedios Varo. Nació en 1908 en Angles- Gerona- España y falleció en 1963 en DF Mexico
El mundo que nos crea Remedios Varó no puede ser calificado alegremente de "surrealista" sin que confrontemos el problema de una redefinición del manido término, tan del gusto de críticos y curadores. Remedios Varo se interna en un mundo propio, intimista, cálido y húmedo, pleno de sugerencias y evocaciones que dista mucho del juego surrealista y que es más cercano a los mundos interiores de una mujer sensible y única.
Remedios Varo cree en la enorme capacidad de la imagen para comunicar ese mundo interior y en sus detalles se recrea minuciosamente, dando vida a cada hoja, a cada gesto, a cada recurso arquitectónico. Pero lo que verdaderamente interesa a Remedios Varo no es la materia, es el espíritu y en esa arquitectura, en esas selvas desbordadas habitan espíritus que ella atrapa en el lienzo y reviven en los espacios interiores del espectador que asombrado penetra en submundos halados, primigenios y vitales que tocan no sólo su retina, sino los más recónditos espacios de su ser.
 
 
 
 
Leonora Carrington (Lancashire, Inglaterra, 6 de abril de 1917 – Ciudad de México, 25 de mayo de 2011 ) fue una pintora surrealista y escritora mexicana de origen inglés.
Cultivadora de un sugestivo surrealismo, la pintora Leonora Carrington (1917) también ha explorado la escultura y el diseño de tapices. Sus temáticas predilectas son la alquimia, la magia, la mitología y el ocultismo.
Sus obras se encuentran pobladas por fantásticas criaturas y, en general, tales composiciones evidencian un profundo interés por la percepción femenina de la realidad. Su producción resulta fascinante por la imaginería que maneja, en donde se combinan motivos mitológicos celtas, criaturas de los mitos indígenas prehispánicos, cuentos de hadas, temas de ocultismo y canciones infantiles.
 
 
 
 
 

Leonor Fini (Buenos Aires; 30 de agosto de 1908 - París; 18 de enero de 1996) fue una pintora surrealista argentina.

Creció en Trieste y más tarde se trasladó a París para convertirse en pintora.También se dedicó al diseño de vestuario y decorados para obras de teatro. Muchas de sus últimas pinturas juegan con las fantasías eróticas y la muerte.En la década de los años 70 escribió tres novelas y se hizo amiga de Jean Cocteau, Giorgio de Chirico y Alberto Moravia.
Fini fue también una destacada ilustradora y realizó ilustraciones para obras de autores como Edgar Allan Poe, Marcel Aymé o el marqués de Sade


martes, 14 de agosto de 2012

EL SURREALISMO EN LAS LETRAS (4ta parte)

EL SURREALISMO EN LAS LETRAS EN ESPAÑA
El surrealismo fue seguido con interés por los intelectuales españoles de los años 30. Existía el precedente de Ramón Gómez de la Serna, quien utilizaba algunas fórmulas vinculables al surrealismo, como la greguería. El primero en adoptar sus métodos fue José María Hinojosa, autor de La flor de Californía (1928), libro pionero de prosas narrativas y oníricas.

 
Las greguerías son textos breves semejantes a aforismos, que generalmente constan de una sola frase expresada en una sola línea, y que expresan, de forma aguda y original, pensamientos filosóficos, humorísticos, pragmáticos, líricos, o de cualquier otra índole.
Varios poetas de la generación del 27 se interesaron por las posibilidades expresivas del surrealismo. Su huella es evidente en libros como en la sección tercera de Sobre los ángeles y en Sermones y moradas de Rafael Alberti; en Poeta en Nueva York de Federico García Lorca y Un río, un amor y Los placeres prohibidos de Luis Cernuda. Vicente Aleixandre se definió a sí mismo como "un poeta superrealista", aunque matizando que su poesía no era en modo alguno producto directo de la escritura automática. Miguel Hernández sufrió una efímera etapa surrealista y durante la posguerra la imprenta surrealista se percibe en los poetas del Postismo y en Juan Eduardo Cirlot, y en la actualidad existe un cierto postsurrealismo en la obra de algunos poetas como Blanca Andreu.

 En las islas Canarias la afición por el surrealismo llevó a la formación en los años 30 de la Facción Surrealista de Tenerife, un grupo de entusiastas, al modo del creado en Francia alrededor de André Breton. Sus componentes (Agustín Espinosa, Domingo López Torres, Pedro García Cabrera, Óscar Domínguez, Eduardo Westerdahl y Domingo Pérez Minik) expusieron sus creaciones y puntos de vista en los treinta y ocho números de la revista Gaceta de Arte.


Aunque no se le pueda considerar un surrealista estricto, el poeta y pensador Juan Larrea vivió de primera mano la eclosión del movimiento en París y reflexionó más tarde sobre su valor y trascendencia en obras como Surrealismo entre viejo y nuevo mundo (1944). En la actualidad existe una corriente de neosurrealismo en la poesía de Blanca Andreu.

                                 OSCAR DOMINGUEZ

Óscar Domínguez, pintor de origen canario incorporado a la Escuela de París de los surrealistas, se convirtió -a raíz de su viaje a la capital francesa en 1927, donde establece su residencia habitual hasta su muerte, acaecida en 1957- en la pieza clave para que Tenerife se convirtiera en la isla surreal y sus compañeros de generación, poetas y críticos vinculados a la revista Gaceta de Arte (1932-1936), mantuvieran, desde 1930 a 1936, lo que el especialista José Miguel Pérez Corrales ha denominado la “proximidad a las fuentes” [2] originales del Surrealismo. En efecto, los libros que se gestaron al dictado de sus trasgresoras premisas -Crimen (1934) de Agustín Espinosa, Enigma del invitado (1935) de Emeterio Gutiérrez Albelo, Dársena con despertadores (1936) de Pedro García Cabrera y Lo imprevisto (1936) de Domingo López Torres- tienen  mucho que ver con el encadenamiento de paisajes imaginarios, las formas viscerales del deseo y el afloramiento de las inhibiciones que permite la apertura del abrelatas en la pintura de Óscar Domínguez. Recordemos que el calendario del año 1935, en Tenerife, quedó marcado y distinguido por una serie de acontecimientos centrales en la historia del Surrealismo: Breton y Péret visitan la isla para inaugurar la Exposición Surrealista en los salones del Ateneo de Santa Cruz e imparten sendas conferencias paralelas a la muestra; el número 35 de Gaceta de Arte se dedica por completo a textos, criterios e ilustraciones firmadas por nombres relevantes del movimiento;  se suceden las conferencias de los emisarios parisinos del movimiento en el Ateneo de Santa Cruz y en el Puerto de la Cruz; se publica el Segundo Boletín  Internacional del Surrealismo y se  frustra la tan anunciada proyección pública de La Edad de Oro.  
Pero a nosotros nos interesa mucho más el que pocos meses después, ya adentrados en 1936, se publica Enigma del invitado, narración poética onírica, pautada de incoherencias y suspensos, y Dársena con despertadores, conjunto poético elaborado siguiendo rigurosamente las pautas de la composición automática:

El procedimiento empleado para la elaboración de los mismos consistió en confeccionar dos largas listas de palabras autónomas, generalmente nombres, adjetivos, verbos que, bien iba viendo o bien me venían a las mientes en mis paseos por la vega lagunera. Cada dos relaciones de vocablos, que me suministraban la materia prima para cada composición, las apareaba, siguiendo el orden en que fueron surgiendo espontáneamente. Esta manera de unir las palabras daba por resultado imágenes más o menos extrañas, según la mayor o menor proximidad significativa de los términos enlazados, siempre de dos en dos. Así, la tercera relación de frases binómicas participaba de un cierto automatismo psíquico y amanecían estructuras de una lógica estrictamente poética.
Esta primera fase de elaboración de cada poema se continuaba en una segunda en que procedía al ensamblaje de todas las parejas nupciales ya logradas. En esta segunda fase unificadora intervenían entonces los artículos, adverbios, preposiciones y conjunciones, si bien todas estas partes o racionales se distribuían siguiendo vínculos sintácticos


Como vemos, en Canarias se asumió como carta de navegación propia lo aportado por Les champs magnétiques en el sentido no sólo de la técnica automática, sino por tratarse de una creación conjunta, colectiva, con una sola voz final, es decir, una obra con un solo autor, “à deux têtes et le regard doble” [7] (con dos cabezas y mirada doble). La técnica de la escritura automática de Les champs magnétiques -y, por extensión, en el caso del autor de Dársena con despertadores-, cuya realización pictórica tendría en el Retrato de la pianista Roma (1933) de Óscar Domínguez, una de sus mejores invocaciones -las manos libres, al fin, sobre el teclado, desprendidas del cuerpo-, retomaba la idea del Libromallarmeano, abierto a una significación sin límites y de infinitas resonancias, y en el que quien escribe no es más que un simple transmisor.

Como señalaría el poeta de Carcassonne Jöe Bousquet, “si tu ne te libères de toi-même, tu ne seras jamais libéré. En se libérant de toi le langage deviendra collectif.” [8] (Si no te liberas de ti mismo, no serás jamás liberado. Liberándote de ti, el lenguaje devendrá colectivo.) En efecto, frente a otros periodos artísticas de calado más autosuficiente en los que las obras se crean en rigurosa soledad y autónomas al contexto, en la vanguardia canaria se forjó un auténtico sentimiento de cohesión del que la revista Gaceta de Arte fue un enclave más de trabajo inter-artístico. Pensemos en varias de las publicaciones previas -Hespérides (1926-29), La Rosa de los Vientos (1927-1928) o Cartones (1930)-, donde los poetas ejercieron de críticos o l os pintores publicaron sus poemas iniciales; en las reseñas surgidas casi al mismo tiempo que la edición de un libro o la inauguración de una exposición, con las que los compañeros del poeta o pintor saludaban el evento; en publicaciones de compromiso político como Índice (1935); en trabajos poético-pictóricos como Lo imprevisto (1936);  en las portadas realizadas por Óscar Domínguez para los trabajos de Agustín Espinosa, Emeterio Gutiérrez Albelo y Eduardo Westerdahl;  o en los objetos que se contemplaron en la Exposición de Arte Contemporáneo ADLAN-Gaceta de Arte (1936), realizados tanto por poetas como por intelectuales y artistas canarios. Es evidente que las propuestas artísticas y todo el componente reflexivo de esta “facción surrealista de Tenerife”  constituyó una respuesta muy firme al arte entendido como acción, ahora bien, una acción ejercida con inquietudes y lenguajes distintos, y mediante plataformas de convergencia.

Aunque las coordenadas espacio-temporales divergen entre estos acontecimientos de Tenerife y los ya referidos del grupo surrealista parisino, se perciben claros paralelismos entre ambos. Tanto el método de escritura automática descrito con todo lujo de detalles por Pedro García Cabrera, como el impulso colectivo que animaba las actividades surrealistas en Tenerife, se nutren de la misma fuente; esto es, tienen su razón de ser en la corriente surrealista del grupo parisino, al igual que las experiencias automáticas de Breton y Soupault -seducidos por el lenguaje simbólico de Gustave Moureau- retoman la aspiración de Isidoro Duchase, Comte de Lautréamont: un livre futur donde “la poésie doit éter faite par tous” (la poesía debe ser hecha por todos).

Nada mejor para reforzar las correspondencias entre la “Facción surrealista de Tenerife” que veníamos tratando y los principios básicos del movimiento surgido en Francia, que citar las siguientes palabras de Domingo Pérez Minik:

La separación que existía entre el surrealismo de los poetas peninsulares y el de las Islas Canarias nacía de que, en los primeros, todo se originaba por una incitación y una respuesta que no rebasaba el recinto estrictamente personal, mientras que, en los otros, se convirtió en una actitud colectiva, la creación de una política literaria, de un movimiento comunitario, a pesar de la diversidad de los trabajos. 

Óscar Domínguez jugó en todo esto un papel decisivo -se ha señalado hasta el agotamiento- reconociéndosele como puente de conexión entre las actividades del grupo parisino y del tinerfeño. Su impostergable disidencia de cualquier constricción, su debilidad por los vaivenes del azar, su imaginario onírico o su exaltado erotismo, fue un ejemplo para sus compañeros de generación. A este respecto, Maud Bnnneaud hizo las siguientes consideraciones:

“Nunca pienso” -decía Domínguez-, orgulloso de una afirmación tan valiente entre intelectuales. Ser telúrico, preso de sus fantasmas, hundido a gusto en los olores, las savias, la sabiduría del Atlántico y de la isla. Funcionaba su mente por receptividad. Cualquier fenómeno exterior desencadenaba una serie de reacciones perfectamente inesperadas, pero legibles para quien supiera seguir el hilo de Ariadna de su laberinto apasionado, infantil y apasionante. El juego traguito, la intensa sensibilidad, la asociación de ideas, la liberación de mitos y tabúes oscuros salían a chorros poéticos, sin explicación inmediata. También sin ningún afán de belleza o pretensión literaria. 


Y él, más que ningún otro, se movió con soltura en el territorio sin fronteras y antiacadémico de las relaciones poesía-pintura. En ese doblez de la expresión artística se sitúan todos sus trabajos junto a Georges Hugnet, ]el lienzo Lancelot 28º33’ (1938) inspirado en el libro homónimo de Agustín Espinosa, las ilustraciones con aguafuertes para Poésie et vérité (1947) de Paul Éluard  y sus incursiones en el mundo de la escritura. Como señaló la que fue su esposa, Maud Bonneaud, “una persona totalmente surrealista como lo fue Óscar Domínguez, tenía que expresarse a veces sin pinceles”.  Aunque no han llegado a nosotros, escribió poemas, prosa, canciones y una obra de teatro llamada Difícil para el automóvil, fácil para la bicicleta e infantil para el bastón del ciego. No obstante, sí contamos con su poemario Les deux qui se croisent (1947), un juego de palabras, situaciones, encuentros y disparates de todo tipo del que rescatamos un fragmento del capítulo “Rêve de M. Robson”. En él asistimos al tratamiento simultáneo de la imagen poética, pictórica y cinematográfica:

Une pluie torrentielle; un voilier traverse la pluie comme un oiseau.
Flèche et oiseau avancent, un éclair illumine un paysaje cosmique.

Ce paysaje est coupé d’un rectangle semblable à un écran de cinéma.
En clair obscur s’y déroule la scène suivante : Le point central de la Place de la Bastille. A gauche, perspective très allongée d’un mur blan sur lequel on voit une affiche, portant, en gros caractères, le mot : ÉCRIRE.

A droite, un immense obélisque où sont suspendues les unes au-dessus des autres des boules de coiffeur, des enseignes de tabac, de cordonnier, de bottier, etc…

En gros plan, du côté gauche et du côté droit, apparaissent les deux qui se croisent, l’un venant du Nord, l’autre du Sud. Ils se croisent et disparaissent des deux côtés de l’écran. 




CAJA CON TORO Y PIANO- OBRA DE OSCAR DOMINGUEZ



MAQUINA DE COSER ELECTROSEXUAL



EL PAYASO