sábado, 10 de octubre de 2009

DETRÁS DE LA PUERTA por MABEL DÍAZ


Detrás de la puerta

Involuntarios espejos
descubren el llanto de la madrugada.
En la oscuridad del encierro
mueren de ceguera los sentimientos.
Los pies se aligeran
buscan desprenderse
del cruel cautiverio,
aunque abunden escollos
impidiendo los pasos,
porque tal vez
no siempre esto ocurra.
Aunque el mundo pretenda
trasladarse al revés,
la luz de los sueños
despejará el camino
y una lluvia de pétalos
obraran de señales.
Se anudarán las cortinas
que ocultan la mirada
renovando el deseo
de vivir la vida,
traspasar otros espejos
envolverse de magia
ser raíz que se yergue
engendrar la flor
que animará al viajero
trepar escaleras
negarse al temor de la incertidumbre
Aún queda tiempo
para mejorar el día
y ahuyentar al vacío
que acecha
detrás de la puerta.

(Cadáver exquisito con fotos, trabajo realizado en horario de taller)

SOLEDAD por JUAN ALBERTO LUCERO

SOLEDAD

Sígueme te llevo compañera
aquí juntos, seguiremos
como pareja añeja.
Aunque no te de sombra
estaré presente, como guardia
y esa luz que asoma
hecha a mirar, como soledad antigua
Apertura engañosa
cielo macizo
fuelle de luz canosa
Encuentro de huesos perdidos, me ves
de espalda y al revés
luz que serpenteas
olas y fronteras
Encuentros de rutina
esta vez me sorprendiste
Como atrapo el brillo,
dedico mi estimulo
Busco el encuentro
entre la luz y el tiempo
Madurez , espacio presente
no quiero estar ausente
llegar a canas y envejecer
Divide la naturaleza
y siempre estarás
Humedad , calor, soledad
no estás en soledad
cuando evocas emociones
ni el cemento que confunda
sonidos y tempestades
Dejaste presencia
indicando suspiros
entre madera y acero
me indicaste que estoy vivo
Unión de tiempos, de naturaleza
salto de imagen
noto tu presencia
Manos de sueños
emociones compartidas
Vida tras la vida
espero en resguardo, prevenida
el tiempo descansado
no quiero más ser herida
Tiempo de vivencias
de emociones de épocas
de inclemencias
siempre dejando puertas abiertas
De recuerdos vacíos
de luz ,de testigos
con ese fantasma del tiempo
Sol húmedo
indicador de sorpresas
marcando gota a gota
el si de tu presencia
En soledad naciste
el tiempo que viviste
protegiste el nacimiento
y la muerte.

(Cadáver exquisito con fotografía, realizado en horario de taller)

viernes, 9 de octubre de 2009

EXTENSIÓN por ELENA ARNÉ


Extensión

Naturaleza larga
Mensaje nostalgioso
Unión, belleza, verdor.
Amor que proteges dulcemente
Lánguida espera
se interna en el ocaso
de amenas madrugadas
que la lluvia trunca, inoportuna.
Hogar que guardas la niñez y llevas los pasos con dolor.
Naturaleza muerta?
Antiguos resplandores
ponen de cabeza la realidad.
Recuerdos fijos, netos, sucios
espían interiores oscuros
y acentúan los años que pasaron.
La serenidad y la armonía gritan
Naturaleza ¡¡¡VIVA!!!
(Cadáver exquisito con fotos, trabajo de taller)

DISTANCIAS por NORMA SALINAS


Distancias

Vendrá presurosa (espero)
Atravesando senderos y puentes.
Manos temblorosas.
Tanto recorrido para encontrarme.
Protegida del sol, flor delicada.
En la penumbra (espero)
Buscando el cuerpo tibio que alimento
Encontrarnos por descuido no es lo nuestro
No declinarán con el atardecer los sueños.
La puerta de la casa, abierta, ansiosa de tus pasos,
pies cansados, detenidos y elevados.
Se alejan, se acercan rostros invisibles.
Te espero indefectiblemente, sólo tu perfume llega
Sumergida en qué mares navegará tu libertad?
Duerme la seducción matizada y magnética?
Rayo de luz demorado en el tiempo.
Largo camino en escalada, pendiente embarazosa
Necesito un verde descanso para tal cansancio
Se repiten figuras, ojos y calles
Atardeció
Esta vez hija; estás en casa.


(Cadáver exquisito con fotos, trabajo en horario de taller)

miércoles, 7 de octubre de 2009

PROVOCACIÓN DE UNA IMAGEN EN COLORES por GRACIELA ZECCA

Provocación de una imagen en colores

Atrapé el sol en mis manos,
llevarlo a cabo me demandó tiempo.
Con la vejez adquirí la experiencia,
aprendí de esos ríos caudalosos
que en cierta época del año son serenos, calmos,
con la meticulosidad con que el escultor
va tallando su obra minuciosamente, y
se regocija al verla enclavada en algún sitio
cualquiera, de una ciudad cualquiera.
Ese mágico instante que atesoran sus retinas,
para volver una vez más a proyectar una nueva obra,
a recorrer nuevos caminos,
a transitar paralelamente las vías de la vida,
detenerse en alguna estación,
cruzar puentes, lanzar sogas,
arrojarse al vacío, y proyectarse
para crear vida, darle forma, moldearla,
usar la imaginación para que las manos respondan, y
la mente vuele.
Abrir las puertas tantos años vedadas,
transitar corredores oscuros,
cafetines bohemios,
tazas humeantes, cigarrillos y
nutrirse de los golpes de la vida,
de las alegrías, y esperar como esperan las plantas,
esa anhelada gota de lluvia que le alimente.
La vigilia ansiosa de un nuevo amanecer,
matar el tiempo, buceando en recuerdos sepias
captados en nuestra niñez que
giran y se estremecen con una melodía.
Rechina la madera que soporta el peso del cuerpo,
caminar una vez más sin rumbo,
buscando amaneceres,
zambulléndose en lo profundo,
sentir la liviandad en el cuerpo,
vencer las fuerzas de gravedad, deslizarse.
Creer que todo es posible,
estirar los brazos, abrir el puño y
atrapar el sol entre las manos,
aún sabiendo que voy a quemarme,
pero sabré que valió la pena luchar por ello.

Graciela Zecca
(cadáver exquisito con foto, trabajo de clases)

DESPOJOS FLOTANTES por PATRICIA TORRES

Despojos flotantes

El sol se escapa
entre líneas informes,
con él los días de sueños postergados.
Reflejos de selvas en aguas templadas
bullicios urbanos cerrando ventanales
rieles sin trenes floreciendo olvidos
Remembranza de puentes que la cobardía se negó a cruzar.
Firmeza en las manos que anidaron amores
Resplandor en el rostro portador de sueños
Un flash envejecido invade el recuerdo
con sitios y aromas.
Surge en la nostalgia
un gusto a luces de amaneceres húmedos
y alojamientos perennes.
Pies que se juntan inventando una danza
agonizante en el intento de ser bailada
ya no inspira palabras
ni se enreda en columnas,
no circula en pentagramas de aguas mágicas
con turbulencias escondidas.
Cortó los lazos que la unían
a todo aquello que no necesitaba.
Se quedó sola,
perfumada de recuerdos.

(Cadaver exquisito con fotografías, trabajo realizado en horario de clases)

martes, 6 de octubre de 2009

DENTRO Y FUERA por LUCAS REANO

Dentro y fuera

Sumergido en la nada, o en lo que queda, allí, el
universo. Adrede de infinitos, corto de similitudes.
Silencio que habla. Padre e hijo.
De el, las galaxias. Espirales, laberintos de luz.
Extremidades de lo perpetuo. Designios disipados
de esplendor que se mueven, aunque no lo parezca.
Conformadas por astros, estrellas, practican vida.
Resplandecen en lo denso de la no materia oscura.
Perfectas esferas. Abundancia en el anonimato.
En una de ellas, como en tantas otras, un sistema
de gravedades unifica, acompaña con planetas.
Uno de ellos, se toma el atrevimiento de bautizar al
círculo enérgico que lo arropa en luz. La Tierra es
la osada, y el Sol, como fue llamado, el que
contempla perplejo nuestros ocurrentes
desacatos.
De desiertos y mares, estepas, tundras y selvas,
sierras chicas y gigantes congelados, de frío y
calor, de lluvias y sequías, de azúcar y sal, de flora
y fauna, pinturas rupestres y novenas sinfonías,
es algo de lo que hay en esta partícula
infinitesimal, de lo que dio comienzo al presente
relato.
En los caminos, o cicatrices, sinopsis del paso
relativo del hombre por la zona, esta ella…
Con su mochila en hombros, con lo mínimo
indispensable, con el pañuelo aun húmedo de
lágrimas y con el pasaje, nomás de ida, en el
pulgar, se lanzo a ser lo que hay de universo en
esta geosfera, tratando de cerrar heridas de quien
refuto lo duradero de un lazo de aparente fluidez y
permanencia. Hoy se baña con la vida que le cae
desde el cielo, a veces de luz, otras de agua. Atrae
otro afecto, milenario, eterno, limpio, dócil, amigo.
Ya no quiere llorar.
El, esta en la otra parte del mundo. La parcela gris.
El espacio estático. Aglomerado, hacinado,
estridente. Desforestado, artificial y hediondo.
Superficial y hambriento de codicias y rutinas.
Para muchos algunos, cómodo. Aunque parezca
otra dimensión, es la misma.
La disparidad de la tierra, se ve en esas “ruinas”
que crecen al ritmo de engranajes, y no al de los
latidos, donde se gestan fertilidades.
En una calle céntrica decorada por exalaciones de
caños de escape y habladurías monofónicas, hay
una casona de antaño, donde su deslucida
fachada evidencia su total dejadez. Debajo de la
pensión para pseudo personas que allí funciona,
existe un sótano.
En esa humedad estancada en un calor que
transpira pisos y paredes y techos, con alimañas
domesticadas a la decadencia creciente de
nuestros desechos, con un zumbante tubo
fluorescente que duda entre las hostigantes
penumbras y un pobre indicio de alumbramiento,
esta el, evocando con su escritura, en una
servilleta de bar que encontró por ahí, lo
increíblemente bello que es lo cósmico que nos
abarca. En la punta de su birome mordisqueada,
anhela el astro más grande, el viento mas frío.
Inventa constelaciones. Agranda el infinito. Vuela
alto en lo mas bajo.
Un repentino florecimiento de ojos aguados que
disimulan desvelo, lo sorprende. Un todavía
difuso y permisivo bienestar, plasmado en una
leve sonrisa de labios desacostumbrados a ello, la
serenan, la tranquilizan. Una conexión, una
búsqueda, o el encuentro quizás de algo enterrado
que libera, descifra algo que, dentro de ambos,
habla… Al tiempo que ella moja sus pies en agua
cristalina de manantial y cierra los ojos para sentir
mejor el sol en su rostro que evapora lagrimas de
pasado, él, la siente. Todo su ser recibe la frescura
y el calor. Es la frecuencia universal. Entonces la
extraña. La es.

UMBRÍO LUMINOSO por DANIEL E. GRECO

Umbrío luminoso

El pasillo desborda
promesas de aventuras
anaqueladas,
En el resguardo, manteles,
lágrimas de ocaso
detenidas en el cristal edificado
de obsoletas bellezas.
Una danza audaz esboza su giro
mientras afuera ellos paralelizan su quietud,
glorietas inauguran su penumbra y
el sol se duplica en su oleaje
-silueta inverosímil sobre el río-
El pié contenido
no indaga lo que rinde,
y tus dedos agarrotados
sobre ese último rayo de sol dibujan
ancianidades que anidan en tu falta,
los paisajes se duplican
en el reflejo nuevo de lo posible
-construcciones de lo circunscrito-
Y aquella ofrenda trágica encarrilada,
pasadizos sobre aguas detenidas,
dulcemente acunadas para abrirse a una
aventura de colores.

(Cadáver exquisito con fotografías, trabajo realizado en horario de taller)