viernes, 14 de octubre de 2011

Anticipo libro "Poliedros" Antología del Taller Literario "Los Lanzallamas"

Hoy: CLAUDIA ACOTTO en  Solo  soy

Sólo soy un ser que vive
marcando su propia historia
persiguiendo sueños
cumpliendo un destino.

Soy grito, soy arrullo
soy luz, soy alegría
soy el beso, la caricia
y un poco también de melancolía.

Soy amor, pasión, ternura
venganza y perdón
 dolor y dulzura
un poco de raciocinio
un poco de locura.

Por momentos fuego voraz que devora
y por momentos agua fresca, renovadora,
agua mansa que fluye o reposa.

A veces vendaval y a veces brisa
fuerte como roca
frágil cual mariposa
sutil perfume de rosas.

Soy quien se va pero regresa
sobre la quietud de las horas
sin pretender seducir ni amedrentar
sólo intentando ser yo misma.

miércoles, 12 de octubre de 2011

Anticipo libro "Poliedros" Antología del Taller Literario "Los Lanzallamas"


Hoy:  SERGIO STEGMAYER en MOMENTOS

Hay momentos
de luminosa oscuridad
en los cuales
la soledad del hombre
se puede sentir
es soledad de existir
es pura soledad .

En esos momentos
todo es nada ,
súbitamente desaparecen
el nombre
el cuerpo
las montañas majestuosas
los ríos indescifrables
el dolor de un niño hambriento
la belleza de unos ojos de mujer
los profundos afectos
las lágrimas oscuras
y las sonrisas luminosas .

En esos momentos
la existencia
                    es
                         aterradora
                                           y
                                                 sublime .
                       
    





domingo, 9 de octubre de 2011

Anticipo del libro "Poliedros" Antología del Taller Literario "Los Lanzallamas"

Hoy: SUSANA RADIA en : Pequeña Esperanza




El sol era abrazador, ardiente y proyectaba sobre ese cuerpo cansado, abatido, sin fuerzas un malestar profundo, incluso esa olla de hierro que cargaba en sus alforjas, le trasmitía a su espalda un calor, tórrido y  desbastador.
   Buscaba sin hallarlo un lugar en esas montañas para descansar. El abandono en el cual estaba sumido era tan real que casi lo dejaba sin fuerzas, aturdido fuera de la realidad.
En ese pueblucho chato y gris había dejado solo hambre y dolor. En él había rescatado una olla y un jarro grasiento, un mísero capital casi sin sentido.
Se preguntaba, si alguna vez en su vida había sido feliz, no halló respuesta, no la había.
El ocaso comenzó a extenderse, un frío profundo comenzó a invadirlo, era una tortura. Frotó sus brazos como si así pudiera entibiar el helado escalofrío que le producían los recuerdos, que desesperadamente quería olvidar, y enterrarlos para siempre.
“Caminó.  No supo cuánto. Le pareció una eternidad”. Al atravesar las montañas el amanecer se brindaba a él sin sentido, un profundo desasosiego lo invadía. En ese momento creyó ver a lo lejos una pequeña tapera, divisó en ella una anciana de largos cabellos blancos, que canturreaba una canción de su lejana tierra natal, mientras amasaba para realizar algo con que subsistir.
Aun en esa tremenda soledad, era feliz con tan poco, casi migajas.
Fue una luz de esperanza, dejaría de chapucear en las olas del pasado hasta encontrar lo que buscaba, un pedazo de cielo en la tierra.
Valía la pena lo encontraría,  con esa certeza siguió su camino erguido sin mirar atrás. No tenia sentido.