sábado, 4 de julio de 2009

1293 MANERAS DE CALIFICAR, DECIR Y ACCIONAR (poema) GRACIELA ZECCA


La distancia:

Acobarda, induce, sosiega,
planea, reduce, examina,
proyecta, mitiga, disimula.

Acopia, disminuye, aminora,
recapacita, comprende, intenta,
reflexiona, medita, junta.

Aprecia, blande, experimenta,
siente, concibe, rescata,
suspira, apaga, une.

Acorta, conduce, percibe,
alcanza , tolera, consigue,
alumbra, suplica, reúne.

Adora, logra, despeja,
ambiciona, quiere, encanta,
abriga, suspira, anima.

Apega, reanima, protege,
excita, suaviza, apoya,
escuda, aboga, cobija.

Anexa, templa, aspira,
socorre, ensancha, ansia,
suma, considera, augura.

Anhela, valora, estima,
alienta, presagia, indulta,
aprecia, adapta, ama.

Arrasa, destruye, prohíbe,
consume, reprende, extingue,
concluye, disipa, desgaja.

Aparta, oculta, separa,
despoja, suprime, abate,
desconsuela, hiere, roba.

Aflige, acongoja, arranca,
extirpa, desarraiga, extermina,
esparce, desgasta, descuaja.

Apena, resiente, percibe,
conmueve, oprime, persuade,
cansa, musita, repugna.

Apesadumbra, fastidia, encubre,
desecha, supone, juzga,
desvanece, restringe, hastía.

Aburre, disfraza, secciona,
embauca, rebaja, tapa,
enjuicia, ciñe, mutila.

Aleja, dictamina, sentencia,
condiciona, provoca, lastima,
coarta , manipula, condena.

Agota, utiliza, cercena,
entierra, deroga, recata,
esconde , resiente, amputa.

Apremia, redime, subleva,
desune, odia, arrasa,
duele, carcome, roe.

Acobarda, induce, sosiega,
planea, reduce, examina,
proyecta, mitiga, disimula.

Acopia, disminuye, aminora,
recapacita, comprende, intenta,
reflexiona, medita, junta.

Aprecia, blande, experimenta,
siente, concibe, rescata,
suspira, apaga, une.

Acorta, conduce, percibe,
alcanza , tolera, consigue,
alumbra, suplica, reúne.

Adora, logra, despeja,
ambiciona, quiere, encanta,
abriga, suspira, anima.

Apega, reanima, protege,
excita, suaviza, apoya,
escuda, aboga, cobija.

Anexa, templa, aspira,
socorre, ensancha, ansia,
suma, considera, augura.

Anhela, valora, estima,
alienta, presagia, indulta,
aprecia, adapta, ama.
GRACIELA ZECCA

viernes, 3 de julio de 2009

FURIA (poema) de MABEL DÍAZ


Furia

La tormenta no espera
desata su furia
el viento grita con odio
algo que nunca
debió escucharse.

Luego intentará la lluvia
con denodado esfuerzo
sacarle el barro
a los recuerdos.

Si pudiera pintar el sol
en la densidad de las tinieblas
para no sentir el agobio
de ésta triste existencia.

Que bañe con su tibieza
algún rincón olvidado
y poder investirme
con la vida de otro pasado.

Mabel Díaz

ELLA BAILABA SOLA por CECILIA MUÑOZ

Ella bailaba sola cuando perdía la cabeza. No era por eso que todos los hombres se enamoraban. Sobre todo Rogelio, pobre Rogelio. Un día ya no supo hacer otra cosa más que rascarse la espalda con un palillo de madera. Y ella bailaba en la madera, y los tacones componían una música violenta, audaz y vacía. Sus ojos negros equivalían a dos cristales rotos por la impaciencia de no saber qué hacer un domingo por la tarde, ni un lunes por la mañana. El médico no estuvo mucho tiempo aquella noche, sólo el necesario para ayudarla a irse. Rogelio se acordaba de la primera vez que la vió, en una esquina, con un tapado de paño negro, medias cancanes y botas. La bufanda colorida que dejaba asomar solamente la nariz y los ojos de aquella joven mujer daba varias vueltas alrededor del cuello contracturado por el frío otoñal. Con el cigarrillo apagado en una mano y con la otra en el bolsillo no le pidió fuego, como él esperaba. Ese cigarrillo nunca lo encendió. Durante días y noches Rogelio intentó inventar su sonrisa, y la imaginaba radiante como la de una adolescente. Con el tiempo conoció sus lágrimas, y sus pesares, dolorosos pasares de una vida confusa. Ahora sólo recuerda el sonido de aquel zapateo, que retumba en su memoria como el motor de un auto encendido desde hace años. Ella no se va de su cabeza, y Dolores nunca lo olvidaría, de no ser porque ya estaba muerta.
CECILIA MUÑOZ

miércoles, 1 de julio de 2009

ANTICIPANDONOS AL FESTIVAL DE LA POESÍA EN ROSARIO
















Anticipándonos a la semana del Festival de la Poesía en la ciudad de Rosario que será en el mes de setiembre, nos reunimos en el Distrito Noroeste (Junín y Pcias Unidas) el día sábado 27 de junio a las 16hs, para compartir un encuentro de lecturas con los Talleres literarios Municipales del Cine Lumiere y del citado distrito, coordinados por la profesora Marcela Prósperi.

DOLOR PROFUNDO (poema) ALBERTO AICARDI

DOLOR PROFUNDO

Me asomo al abismo del pasado
y temo caer en la nostalgia
cuando goloso bebía de tu boca
las mieles que vos me regalabas.

Recuerdo nuestro amor entre las sábanas
con entrega total en cuerpo y alma.
Tu cuerpo, fuego incandescente,
quemaba el mío en loco galopar.

Tu ternura invadía mis entrañas
conmoviéndome hasta temblar.
Un día partiste detrás de un espejismo.
Estrenaste piel nueva para una vida nueva.

Hoy vienes compungida
pidiendo que disculpe
tu alocada carrera hacia el pecado.

No puedo olvidar el daño que me hiciste.
Ríos de lágrimas surcaron mi rostro.
No puedo perdonarte.
No por tu traición
sino por el profundo dolor
que nunca pude aplacar.

Alberto Aicardi

domingo, 28 de junio de 2009

SILENCIO ESTRIDENTE (poema) de PATRICIA TORRES





Silencio estridente

No entiendo a los días cuando no quieren hablarme.
Se resisten, empecinados en su postura
dejándome a la espera de sus sonidos.
Les cuestiono la indiferencia ante mis palabras.
No obtengo respuestas.
Tampoco entiendo el color de la luna
cuando se refleja en el lago
aparentando un baño de plata inexistente.
Me sumerjo en las aguas claras y mansas.
la busco debajo de ellas,
la encuentro y le robo un pedazo.
Es blanca, fría, muy dulce,
tiene gusto a vainilla y olor a canela,
miro hacia arriba y veo en ella un agujero,
es la huella que le produjo mi robo.
La luna lo exhibe, avergonzada.
Nadie, antes la había descubierto.
Quiere sostener su farsa,
pero me convertí en su cómplice:
la verdad que oculta es que
habita en el lecho del lago y se refleja en el cielo.
Los días en castigo a mi hallazgo
se niegan a hablarme.
Entraré en el horizonte,
donde ellos nacen, junto al sol que se despereza.
Tal vez, si los atrapo en su somnolencia,
presten atención a mis palabras.
Jamás, revelaré el secreto de la luna,
ni el de los duendes de la lluvia
que pintan el cielo de siete colores cuando
el sol los desaloja.
Pero ellos deben hablarme,
no pueden seguir indiferentes a mi ruego.
No soy responsable de los descuidos de la luna
ni de la falta de atención
de los guardianes del arco iris.
Los días sin sus sonidos
son para mí el peor de los martirios.
Detalle que han tenido en cuenta
al planificar mi castigo.

Patricia Torres



EL ÁNGEL DE LA MUERTE de MARCELA PROTO

El ángel de la muerte
El tránsito se encontraba acelerado en aquellos días donde todos deseaban ser más rápidos que el Dios Cronos. No había tiempo para detenerse, nadie escuchaba a nadie. Muchos gritaban para ser entendidos, pero la prisa era lo único importante en medio de tareas cotidianas, el ser eficientes, era importante.
Llegó a la esquina, trató de detenerse pero ya no pudo, el ángel de la muerte lo vino a buscar. Lo tomó y apareció en un lugar con el Dios Cronos no existía. Reflexionó, si allí era necesario correr, la voz del ángel le respondió: ya llegaste donde el único tiempo es la eternidad.

Marcela Proto