Su vida había sido consagrada a la familia y al trabajo, tenía que decidir que hacer, su enfermedad ya no le permitía vivir sola.
Sus horas estaban llenas de recuerdos, pero su corazón atravesaba el duelo de su decisión, su nuera la invitaba a vivir con ella...
se prolongaban los días y evaluaba todo lo que había conquistado más ahora se sentía sin nada ya que sabía que aceptar la invitación significaba perder lo único que le quedaba su libertad.
1 comentario:
¡dura encrucijada!
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