sábado, 14 de mayo de 2011

ANALISIS DE LA OBRA "LAS ENSEÑANZAS DE DON JUAN" por VICTOR GARCIA

“Don Juan Matus”
Tener en las manos “Las enseñanzas de don Juan” de Carlos Castaneda, es como tener la llave para entrar a otro mundo. Ese otro mundo mental que está inexplorado y que nos permite conocernos desde lo más profundo.
El encuentro casual de Castaneda, antropólogo de profesión, con un viejo Chaman, perteneciente a los indios Yaqui, del Estado de Sonora, México. Despierta el interés del antropólogo de conocer la conducta y la filosofía, de quien en más , don Juan Matus, se convertirá en su “Maestro” y benefactor, introduciéndolo en los secretos milenarios de como los Chamanes Yaqui interpretan la vida.
La historia, relatada paso a paso, nos lleva a vivenciar situaciones no imaginadas, que son producidas por el “Peyote”, la “Hierba del Diablo” y otra plantas con poderes alucinógenos, elegidas por don Juan para pasar de los estadios ordinarios del pensamiento a los no ordinarios de la mente humana.
También, ésta relación, nos muestra las diferencias entre una sociedad, occidental y cristiana, la nuestra, donde las bases son: El individualismo, la competencia desleal y la esclavitud que nos someten los dogmas.
En contraposición a la sociedad del Chaman Yaqui, donde promueven el conocimiento a trabés de la libertad de pensamiento, alejándose de los acondicionamientos que a nosotros nos impone la sociedad de consumo.
En paralelo, don Juan, no deja de destacar a su protegido, que el efecto producido por la ingesta de los alucinógenos, será distinto en cada uno, por pertenecer a dos culturas diferentes, siendo el resultado, único y personal.
La filosofía expuesta por el indio Mexicano se refleja siempre en el cuidado y el valor que vivir y vivir en claridad. “Paginas 106-107” . Donde habla del camino a seguir y dice: _ Puedo decir que en mí vida he recorrido caminos largos, largos, pero no estoy en ninguna parte. Ahora tiene sentido la pregunta de mi benefactor. ¿Tiene corazón éste camino? Si tiene el camino es bueno; si no, de nada sirve. Ningún camino lleva a ninguna parte, pero uno tiene corazón el otro no. Uno hace gozoso el viaje; mientras lo sigas, eres uno con él. El otro te hará maldecir la vida. Uno te hace fuerte; el otro te debilita.
Además, el gran manejo de las metáforas por parte del “Maestro, Chaman, Brujo” de cultura Yaqui, en cantidad y calidad, nos deja a los lectores sin un rincón donde escudrinear, permitiendo hacerlas propias sin necesidad del transe lucinógeno.
El esmero por explicar los efectos de las plantas seleccionadas, tal cual fueron, hace de Castanedas un relator auténtico, veraz, sin caer en lo novelesco y sin acondicionar una opinión. Deja que el lector se regocije en la experiencia y que haga su propia evalua-ción.
Gran parte del libro, hacia el final, está dedicado a detallar el método utilizado y el resultado de la investigación. Aquí se requiere para su interpretación, avanzados conocimientos sobre el pensamiento humano; lo que sí sabemos, que, la palabra pensamiento se refiere al manejo de la información que recibimos y acumulamos. O sea que, todo lo que produce nuestro cerebro, sea a la etnia, religión, o sector social que pertenezcamos, sea en estado ordinario o no de la conciencia, vive en nosotros y nada es externo.
Prueba de ello que todos los resultados de los transes alucinógenos referidos en “Las enseñanzas de don Juan” pertenecen a la cotidianidad, incluso los que están detallados “en potencial”.
Este material de lectura está recomendado para aquellos que les interesa una buena historia y conocer aún más los caminos intrincados del cerebro humano en una notable experiencia, entre un Antropólogo y un Chaman.

Alberto Victor García
08-01-11

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