Soberbia sin límites
Después de tantos años, al ver esa fotografía color sepia, sentí que la sangre se me aligeraba y corría helada por el cuerpo, como si quisiera escurrirse de las venas. Fue una regresión al pasado que creía olvidado.
Y volvieron los gritos, los insultos, la violencia y su victimización, todo muy patético.
Es parte del ayer, cuya vida fue terrible, la cual nos marcó a todos los que la padecimos.
Necesité volver a ver esa mirada irónica, soberbia, para que los recuerdos al invadirme, me estremecieran y esa angustia me hizo comprender por qué nunca pude mirarte sin temblar.
A pesar de los años, es como una huella trazada con dolor.
Dicen que hay que tomarse su tiempo, porque a la larga él mismo lo ordena todo, pero a veces pasa, corre largamente y las cosas no se ordenan.
El secreto de la vida parece sobrevivir al daño que nos marca las cicatrices. El dibujo de las mías, que llevo en el alma, y pienso que fue lo que definió mi personalidad.
Creo que en este momento debo tratar de hallar fuerza en el perdón, para poder encontrara la felicidad, o por lo menos algo muy parecido a ella.
3 comentarios:
es un largo trabajo olvidar el abuso...
Me transmitió mucho, y lo volví a leer varias veces. Hay una herida que busca cicatrizar a fuerza de perdón. Me equivoco?
"el dibujo de las mías (las cicatrices) que llevo en el alma". bella imagen. me conmovió su lectura en el Distrito.
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