jueves, 9 de julio de 2009

TIEMPO DE SOLEDAD por SUSANA RADIA


Hubo un tiempo de soledad infinita, no sabía sí sería capaz de dormir sin un cuerpo tibio y próximo que diese forma a su sueño.
Pensaba sólo en la muerte, mientras flotaba en la cama tendida de espalda, imaginaba si alcanzaría su verdadera dimensión.
Todo sonaba hueco en su vida, fue una experiencia increíble, devastadora. Todavía no sabe si lo soñó, se quedó estática, tratando de ver algo de luz en esa maraña. Le daba la sensación de haber cavado un orificio hacia la realidad. Tuvo la impresión, que ese ser perdido volvió para consolarla, sentía el calor de su cuerpo y permanecía inmóvil, eran segundos maravillosos. No quería que se diluyeran, necesitaba creer que era real, para no sentirse sola, cuando más necesitaba de su compañía.
Sí hasta llegó a sentir el aliento de una manera fugaz, y se estremecía de placer. Pero fueron pocas veces, siempre que su soledad era inmensa,
Luego al pasar el tiempo se fue desdibujando, recién en ese momento comenzó a comprender que no volvería.
Pensó -como lo añoraba- era muy suyo. No quería compartirlo ni con sus pensamientos, odiaba despertar.
Comprendió que pasaría, solo necesitaba tiempo. Ese tiempo en el que aparecen perlas en nuestras voces que nos irradian en toda el alma, y nos llena de paz.
Tenía que seguir con residuos de ilusiones, y se capaz de encenderse con residuos de amor.

Susana Maria Radia

2 comentarios:

menta producciones dijo...

Hermoso texto Susana querida, la representación exacta de lo que se posterga por el deseo o de lo que se desea por la postergación, besos enormes felicitaciones, hermosas imágenes acompañan cada texto

daniel eduardo dijo...

...en los sueños se convocan todas las presencias añoradas...