
El espejo robó tu alma y el agua absorbió tu imagen. Turbia. No pudieron verte. Las lenguas enfurecidas buscan encontrarte en las líneas de mi mano. Sufren. No pueden verte. Y la huella que delata al sediento ladrón es visible en el pavimento pero en la desesperación miran al cielo. No pueden verte. No quieren.
4 comentarios:
bellisimo! te lo dije el dia q lo lei en el taller, un texto delicioso. gracias x compartir, besos
¡muy bello!
Gracias a ustedes por compartir conmigo tambien!!! y gracias por tan hermosos comentarios!!! Jor
escucharte es relajante y placentero.
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