viernes, 7 de agosto de 2009

CIUDAD DORMIDA por CLAUDIA ACCOTTO



Colectivo viejos transitan cansadamente
enviciando el aire con sus tóxicas emanaciones,
gente autómata que camina deambulando
inconscientes de sus propias vidas.
La desolación de sus miradas realmente asusta.
Arriba la noche y la ciudad queda envuelta en sombras.
Exhausta la ciudad cae en un profundo y aletargado sueño.

Desde el puerto llega el eco de las olas suicidándose
contra los pilotes del muelle.
El viento agita las ramas desnudas del añoso árbol
en la puerta de la catedral, aquel hermoso álamo,
que trajo el párroco de la pradera en la que vivió de joven
para no olvidar aquellos alocados días
en los que no conocía restricciones.

Proyectos invisibles se gestan mientras todos duermen
esperando desperezarse con el blanco amanecer.
Las palabras, mágicas, vuelan por el aire recorriendo la ciudad,
conectando vidas.
Enfrente de mi ventana bosteza la luna
Y nocturnas mariposas brillan en la “oscuridad”.


CLAUDIA ACCOTTO

1 comentario:

daniel eduardo dijo...

siempre el contraste entre la ciudad opresiva que se mira en un curso de agua es atrapante: Rosario / Paraná, Liverpool / Mersey...