Ahí
en el espacio atemporal
cada pincelada vaticinando la calidez de los encuentros.
El esfuerzo sin esfuerzo, la sangre en puja por el proyecto; los
diferentes movimientos de los elementos, girando en el futuro,
ubicados en líneas armónicas dentro del cerebro ansioso.
Las palabras de sonidos alegres, gentiles, alentadoras...
y el olor de la pintura.
Allá afuera todo sigue su curso, quizás nadie puede sospechar que
dentro del recinto con tachos, maderas, polvillo, trapos por olor a tiner,
etc., etc.. Vive un bellisimo sueño.
Un sueño lleno de poesías, versos, cuentos, mate, emociones y
experiencias.
El boceto en blanco negro de otros tiempos, la palidez, comienzan a perderse en el pasado y la pequeña lámpara frotada por más humanos de los que conservan la esperanza, amasan con tenacidad el maravilloso mundo de los sueños.
1 comentario:
Y...me puse a pintar sueños junto a vos Norma!
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