El ángel de la muerte
El tránsito se encontraba acelerado en aquellos días donde todos deseaban ser más rápidos que el Dios Cronos. No había tiempo para detenerse, nadie escuchaba a nadie. Muchos gritaban para ser entendidos, pero la prisa era lo único importante en medio de tareas cotidianas, el ser eficientes, era importante.
Llegó a la esquina, trató de detenerse pero ya no pudo, el ángel de la muerte lo vino a buscar. Lo tomó y apareció en un lugar con el Dios Cronos no existía. Reflexionó, si allí era necesario correr, la voz del ángel le respondió: ya llegaste donde el único tiempo es la eternidad.
Marcela Proto
3 comentarios:
Me gustó muchísimo tu relato, Marcela y además lo leiste en forma impecable en el encuentro del Distrito N.O.
Hermoso relato, pero me quede con ganas de más. Habrá continuacion?
como dijo Patri, muy bien leido. besos
muy contundente el mensaje ¡bárbaro!
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